Hace unos días, pudimos ver cómo las redes sociales se llenaron de comentarios ante la salida de Iker Casillas del Real Madrid, el club de fútbol en el que este jugador ha estado durante gran parte de su vida.
Ante el gran número de críticas que suscitó este tema en internet, estuvimos reflexionando sobre ello, pues una situación de crisis puede suceder en cualquier club ya sea futbol, baloncesto, atletismo, ciclismo o cualquier otro ámbito deportivo ya sea profesional o amateur.
Una situación de crisis puede afectar a cualquier entidad deportiva ya esté esta ubicada en Logroño, en Zaragoza, Vitoria, Bilbao, Madrid o cualquier otro lugar del planeta. Un suceso inesperado puede dar lugar a que la entidad quede expuesta a la crítica de la opinión pública.
En este caso, es el departamento de comunicación de la entidad (club, federación, asociación…etc) sobre el cual recae la labor a nivel informativa de lo que está sucediendo, más allá de las decisiones que se adopten para solucionar el conflicto. De esta forma, el responsable de comunicación junto con la dirección deberán trabajar en conjunto para reaccionar de la manera más optimizada posible para evitar que la imagen de la entidad deportiva salga dañada o aprovechar incluso, para reforzarla.
En muchos de los casos, será necesario crear previamente un «Protocolo de Actuación» que dé respuesta a cualquiera de las situaciones de crisis que se puedan generar. De este modo, en un momento de confusión y tensión el club ó federación siempre dispondrá de un documento que le permita afrontar la situación de crisis con mayores garantías de éxito. En cualquiera de los escenarios posibles la capacidad de reaccionar a tiempo será clave para evitar que se vea a la entidad deportiva como una institución con falta de transparencia tras el previo conocimiento de la situación y de los hechos.
La prudencia también es clave para que en una posible rueda de prensa en la que se vaya a explicar la postura de la entidad la organización vaya siempre con un mensaje claro de la mano de un portavoz, ya sea el responsable de comunicación o la dirección de la entidad en función de la intensidad de la crisis que se haya planteado.
Será un gabinete de crisis el que de forma inmediata analice la situación, recopile la información y adopte las decisiones que considere oportunas teniendo en cuenta que también debe informar tanto al personal interno como al equipo humano para evitar fugas de declaraciones y conseguir su colaboración y su compromiso con las decisiones que se hayan tomado al respecto.
¿Ha vivido tu entidad alguna situación de este tipo? ¡cuéntanoslo!