España ya ha comenzado el proceso de desescalada y, a medida que las comunidades van pasando por las diferentes fases, muchos negocios y sectores deben adaptar su actividad a esta “nueva normalidad” en tiempo récord.
Las instalaciones deportivas y los gimnasios también se preparan para abrir de nuevo sus puertas a sus socios y miembros. Pero, como era de esperar, para poder hacerlo deberán adoptar una serie de medidas y protocolos muy rigurosos de higiene, seguridad, distanciamiento físico y aforo.
Resolver esas limitaciones se ha convertido en uno de los principales retos de los centros deportivos de cara a su vuelta a la actividad. Si nos centramos en el aforo permitido en los gimnasios, las condiciones variarán en función de la fase de desescalada en la que se encuentre cada comunidad autónoma y según lo establecido en el BOE.
Ahora bien, ¿qué medidas pueden adoptar los gimnasios para gestionar y controlar el aforo en sus instalaciones? Lo vemos a continuación:
Una de las primeras medidas que se pueden adoptar es la implantación de franjas horarias o turnos para acceder a las instalaciones. De esta forma, los usuarios podrán reservar su turno y podrá acceder al gimnasio en una determinada franja horaria dentro del horario de apertura.
Con esto se evitarán las aglomeraciones, se podrá controlar mucho mejor el aforo exacto en cada momento y se podrá garantizar la distancia de seguridad.
No podemos olvidarnos de la tecnología, la cual jugará un papel fundamental en el control del aforo en todos los sectores. Aplicado a las instalaciones deportivas, las herramientas digitales nos pueden ayudar a controlar la afluencia de socios, a reservar espacios y horarios con antelación, informar sobre el nivel de ocupación actual de las instalaciones, recordar medidas de higiene y protección, etc.
Dentro de las instalaciones es recomendable delimitar el aforo máximo por zonas concretas (salas multiusos, área de musculación, zona de spinning, vestuarios, etc.) para que, además de controlar el número de miembros total en cada momento, también se eviten aglomeraciones puntuales en determinados espacios dentro del gimnasio.
Muy vinculado con el punto anterior, la señalización nos permitirá controlar mejor los espacios, recordar las normas de higiene, asegurar el distanciamiento entre los usuarios, etc.
Utilizar marcas o bandas adhesivas en el suelo para determinar la distancia de seguridad, señalizar recorridos unidireccionales en salas e instalaciones o delimitar los espacios más pequeños ayudarán a mantener los flujos de clientes y garantizar la distancia de seguridad.
Probablemente, las clases grupales son las actividades que más aglomeración de clientes implican. Por ello, será fundamental limitar el aforo de las clases colectivas para garantizar así un espacio mínimo de 4 metros cuadrados por usuario.
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